En este post vamos a ver cómo hacer un vídeo corporativo. Encontrarás todos los elementos básicos e imprescindibles que deberás tener en cuenta para el video de tu empresa o marca,

¿Qué es un vídeo corporativo?

¿Tienes una empresa y quieres darla a conocer? ¿Quieres explicar a tus potenciales clientes cómo trabajas o cuál es la historia de tu empresa? Lo que necesitas es un vídeo corporativo, Seguro que has oído hablar de ellos pero quizás tienes algunas dudas en mente  todavía, como para qué sirven o cómo puedes hacerlo. 

Lo primero que tenemos que tener claro es que un vídeo corporativo no está destinado a vender un producto concreto. Algunas personas creen que dedicar recursos a este tipo de vídeos puede ser una pérdida de recursos, pero nada más lejos de la realidad. Un vídeo corporativo sirve para crear una imagen de marca, ayudar a construir el relato de una empresa y mostrar sus valores, ofreciendo un trato más cercano con los posibles clientes. Los vídeos corporativos “humanizan” las empresas. 

Cómo hacer un buen vídeo corporativo paso a paso 

Hacer un vídeo corporativo no es algo sencillo ni que se pueda hacer “en cuatro ratos”. Es importante que tengamos muy claro que el vídeo corporativo será la imagen que ofreceremos de nuestra empresa hacia el exterior o hacia el interior de la  misma. No olvidemos,  por tanto, que antes de ponernos a grabar tenemos que tener muy claro qué queremos mostrar, de qué recursos disponemos y dónde lo vamos a proyectar. 

Idea

Tenes una idea en mente es esencial. ¿Qué quiero destacar de mi empresa? Si lo que estamos buscando es contar con un vídeo corporativo generalista, lo ideal es tratar de condensar la historia de la compañía, sus recursos actuales, explicar a qué nos dedicamos y cuáles son sus valores. Estos son pilares fundamentales para grabar un buen vídeo corporativo y, en caso de tener que presentarnos a potenciales clientes, da una idea muy completa de qué encontrarán en nuestra empresa. 

Sin embargo, lo mejor es que, además de este vídeo corporativo, todo esto se complemente con piezas más concretas sobre cada uno de estos pilares. No es necesario que cuenten con la misma duración que el anterior, pero sí que se concentren en mostrar las virtudes de nuestra compañía y ofrecer la mejor imagen de ella. ¿Queremos mostrar los valores en los que se fundamenta nuestra empresa? Adelante, pero recuerda que esto es lo más importante de este vídeo en concreto. Lo mismo sucede si queremos mostrar el pasado y el futuro de la misma o todos los recursos que dan vida a nuestra oferta de productos. Es decir, antes de contar algo tenemos que tener una idea clara de qué queremos contar. ¿Necesitamos un vídeo generalista o nos podemos permitir pequeñas píldoras para segmentar mejor nuestro mensaje? Lo ideal sería esta segunda opción pero, si no disponemos de los recursos necesarios (ya sea tiempo o dinero), la primera posibilidad también es magnífica. 

Imágenes

No podemos olvidar que un vídeo es la suma de imágenes en movimiento. Parecerá una tontería pero es más importante de lo que nos pensamos. Recuerda que con un vídeo corporativo estamos ofreciendo la imagen de nuestra empresa que nosotros mismos queremos proyectar. Es decir, tenemos todas las herramientas bajo nuestro control y tenemos la oportunidad de ofrecer un contenido cuidado e interesante. Es importante decidir qué lugares, personas y situaciones queremos que formen parte de la  empresa, siempre en función de la idea que hayamos  definido anteriormente. Así, si queremos mostrar los recursos con los que contamos, centraremos nuestra atención en las oficinas, transporte o maquinaria que tenemos a nuestro servicio. Y no pasemos por alto a los trabajadores. Ellos son una parte fundamental de nuestro éxito y que aparezcan en pantalla ayudan a humanizar lo que queremos contar.

Si,  por el contrario, queremos contar cómo ha sido la historia de nuestra empresa, podemos tirar de imágenes de archivo para contar cuáles fueron los primeros pasos, entrevistar a antiguos empleados y comparar estas fotografías con el estado actual de la compañía. En definitiva, la imagen ayuda a construir el relato y, cuidarla, ayudará a transmitir la idea de una empresa seria y eficaz. 

Duración y formatos

A la hora de establecer la duración de nuestro vídeo corporativo es muy importante  en qué formatos y escenarios va a aparecer. Ten en cuenta que tanto el target del público como el tiempo del que éste dispone puede ser muy diferente y están íntimamente ligados. 

Si nuestro vídeo corporativo está destinado a servir de presentación ante posibles clientes, podemos contar con una mayor duración, aunque no olvidemos que tampoco podemos aburrir a los espectadores, pues dejarán de prestar atención y los “perderemos”. Los estudios actuales apuestan porque el vídeo no dure más de dos minutos. Si nuestra intención es mostrarlo en una reunión de negocios o para explicar a nuestros futuros empleados todos los detalles de nuestra empresa, podemos apostar por una duración ligeramente mayor. Recuerda, eso sí, que  los móviles son omnipresentes y que cada día es más complicado mantener la atención de los espectadores. 

En caso de que estés pensando en utilizar el vídeo para redes sociales, se recomienda que éstos nunca superen los dos minutos de duración. Ten presente, además, que lo mejor es segmentar al público. Los usuarios de Facebook suelen dedicar un mayor tiempo a cada publicación, mientras que los de Twitter suelen ser más impacientes y dos minutos pueden ser toda una vida. Así, en TikTok, Twitter e Instagram se suelen premiar los vídeos de menor duración y, además, suelen ser más fáciles de viralizar. En nuestro canal de Youtube, sí podemos extendernos un poco más. Pensemos que quien ha acabado en nuestra cuenta es porque tiene interés en conocernos en mayor profundidad y saber qué hacemos. Es posible que tengamos ya ganado a este usuario, por lo que no le importará dedicar más tiempo a nuestras piezas audiovisuales. 

Herramientas para hacer un video corporativo

Una vez tenemos claro qué queremos ofrecer, dónde y a qué público queremos dirigirnos, es importante que contemos con las herramientas necesarias. Buscar unos profesionales competentes es la mejor idea. Recuerda que cualquiera de estos vídeos será la percepción que tengan los posibles clientes de nuestra compañía. 

Equipo  de grabación

Un profesional de vídeo nos ayudará a dar la mejor imagen de nosotros mismos. Piensa que donde nosotros solo vemos unas máquinas, un profesional verá infinitas posibilidades para potenciar nuestra marca. Unas imágenes cuidadas, con una buena calidad y que sigan un mismo criterio en los valores técnicos nos ayudarán a narrar nuestra propia historia, a ofrecer una idea clara y limpia de a qué nos dedicamos y, sobre todo, a que nuestros posibles clientes nos tengan en la mejor estima. 

Edición

Tan importante como una buena grabación es una buena edición. De nada sirve unos planos bonitos y limpios si, posteriormente, “pegamos” los mismos sin orden ninguno. La edición nos ayuda a contar una historia y hay unos criterios técnicos y artísticos que no debemos pasar por alto. Es lo que conocemos como “cultura audiovisual”. Aunque no seamos conscientes de ellos, llevamos tantos años consumiendo productos audiovisual que, sin quererlo, tenemos asumidas una serie de prácticas que, en caso de romperlas, desconcertarán al público y favorecerán que pierdan la atención sobre el mensaje. Un profesional del medio impedirá que esto ocurra y caigamos en errores que nosotros no sabíamos ni que existían. 

Locución y doblaje

Como bien sabemos, las imágenes son parte fundamental en un vídeo. Pero igual de importante es el sonido y el narrador de la historia. Estos componentes audiovisuales forman parte de un todo imprescindible para conseguir un vídeo corporativo a la altura, interesante y que muestre nuestra mejor cara. Por ello, contar con un locutor profesional es la mejor idea. ¿Cuántas veces has perdido el interés en un vídeo y lo que allí se cuenta porque estaba mal narrado o explicado? Un locutor profesional garantiza que el texto aumente el interés del espectador, ayuda a ofrecer una imagen más cercana de nuestra empresa y, en definitiva, “da vida” a las imágenes que los espectadores tienen delante de sus ojos. Son, por tanto, una parte tan importante del vídeo corporativo como cualquier otro profesional que trabaje en ellos y, además, ayuda a que las ideas resuenen en la cabeza de los espectadores durante un mayor tiempo, facilitando su comprensión o que puedan rememorar en el futuro aquello que queremos contar.